1. Hábitos de la vida religiosa
Estudio de Catecismo menor de Westminster o del Catecismo Bautista de 1685
El Conocimiento de Dios es el conocimiento más prioritario para la vida de toda persona, así lo señala Charlotte Mason: “El conocimiento de Dios es el conocimiento principal, y cualquier enseñanza de la Biblia que no avance este conocimiento no tiene valor religioso”
De mente a mente, página 132
La lectura constante de la Biblia como principal libro vivo, permite al niño acercarse a las hermosas palabras de nuestro Señor familiarizándose con cada historia de la Biblia. Durante los primeros años leen el Nuevo Testamento junto a sus padres, luego leen por su propia cuenta y narran lo que aprendieron. Estas lecciones son consideradas dentro de lo que es el estudio de la Biblia. Sin embargo, hay otro gran ámbito de estudio que se reconoce como los hábitos de la vida religiosa.
"La salud física, la moral y las costumbres, son en gran parte el resultado del hábito; y no solo eso, sino que los hábitos de la vida religiosa se establecen y nos apoyan en nuestro esfuerzo de vivir una vida piadosa, recta y sobria."
De mente a mente, página 66
En esta área tenemos la posibilidad de incorporar todas las actividades que consideremos importantes para la vida de nuestros hijos. Por nombrar alguna de ellas se encuentra la "adoración familiar"; donde la familia se reúne diariamente a leer la palabra de Dios, cantar himnos y orar. También tenemos el estudio devocional personal de los niños; donde ellos pueden estudiar un libro devocional o hacer su propia lectura de la Biblia (que está fuera del plan de estudio). Además de esto, tenemos la posibilidad de enseñar Catecismo a nuestros niños, el cual se describe en hacer preguntas y respuestas que ayudan a nuestros hijos a entender las verdades de la Biblia.
“Recordemos que todo gran carácter viene de grandes pensamientos, y estos grandes pensamientos deben ser iniciados por grandes pensadores; solo así podremos tener un objetivo claro en cuanto a la educación se refiere. El pensar, y no el hacer, es la fuente del carácter.”
De mente a mente, página 135
El Catecismo de Westminster busca exponer verdades centrales de la
palabra de Dios. Hombres teólogos que conocieron y estudiaron
profundamente las Sagradas escrituras en consenso en el año 1646-1647 en la llamada Asamblea de Westminster
establecieron lineamientos doctrinales que permiten a los creyentes
resguardar la sana doctrina y reconocer lo que no se ajusta a las
doctrinas bíblicas.
El Catecismo largo es para los adultos y el corto para los niños, los
padres lo enseñaban fielmente a sus hijos desde pequeños.
El Catecismo Bautista es un suplemento extremadamente valioso de la 2CFL, y
debería ser consultado con regularidad como una especie de referencia
cruzada de teología. La Asamblea de Westminster reconoció los beneficios
potenciales del antiguo método de enseñanza y simplificación de la teología
mediante la memorización de preguntas y respuestas, y los bautistas
siguieron su ejemplo. B. B. Warfield nos dice que uno de los autores del
Catecismo Menor de Westminster dijo que “ellos trataron de escribir en este no el conocimiento
que el niño tiene, sino el que debe tener”. La Asamblea redactó dos
catecismos. El Catecismo Mayor es un recurso de aprendizaje detallado para
la teología, pero más famoso es el Catecismo Menor que publicaron. El pastor
puritano Thomas Vincent dijo: “No conozco ningún catecismo que esté más
lleno de luz y de sana doctrina”, y no era el único que lo evaluaba así.
Nuestros padres bautistas reconocieron el profundo beneficio que se
encontraba en sus cuidadosas expresiones, y sabían que podría ser de gran
beneficio en sus propias iglesias.
Por este motivo reconociendo la historia de la iglesia y como esta ha buscado permanecer fiel a la sana doctrina a lo largo del tiempo, es que se considera importante el estudio del catecismo. Es precioso que nuestros hijos puedan conocer las doctrinas esenciales del cristianismo a través de las preguntas y respuestas que pueden memorizar con facilidad. Podemos incluir el estudio del Catecismo en nuestros momentos de recitación/memorización, así los niños van aprendiendo sin mucha dificultad. El estudio del catecismo sería parte de los hábitos de la vida religiosa que ayuda a nuestros hijos al Conocimiento de Dios.
“Me siento cada vez más persuadido respecto a que el estudio de un buen
catecismo basado en las sagradas escrituras es de beneficio incalculable
para nuestros niños”
Chales Spurgeon.
Recomendación de recursos:
Libro: ¿Quién me hizo? que expone el Catecismo revisado y adaptado aquí en este enlace.
https://www.clcchile.com/producto/quien-me-hizo--9789585718227
Sitio Web:
https://es.ligonier.org/recursos/credos-confesiones/el-catecismo-menor-de-westminster/
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